Pero si lo intentas alguna vez, puedes encontrar lo que necesitas 🙂
Después de casi un mes de planificación, este 30 de enero Constanza de ChileKnitz había invitado a un grupo de tejedores a pasar un día en su casa en el Lago Rapel. Sería una entretenida jornada con amigos tejedores, al lado del lago, y en pleno verano.
Pero sin darnos cuenta, el plan cambió y lo aceptamos como un giro inesperado que también disfrutamos felices.
Antes de ir donde Constanza, pasamos a ver a nuestra querida amiga Nicole quien no veíamos hace mucho y que también estaba en Rapel muy cerca a nuestro destino original. Nuestra idea era pasar a saludar a Nicole y luego continuar el viaje. Pero Nicole y su familia nos tenían preparado un recibimiento tan lleno de cariño, acogedor, que sin programarlo, nos quedamos ahí.
Soy una persona que le gusta planificar, soy caballo de carrera. Me gusta llegar a mis objetivos y a veces olvido disfrutar el viaje. Este fue un cambio, un giro en nuestros planes que sin duda me complicó; pero este 2019 quiero llenarlo libertad así es que acepté que no todo sale cómo lo planeamos. En mi radio suena “You Cant Always Get What you Want” de Rolling Stones, y es un poco lo que refleja el día de ayer.
Por supuesto que le escribimos a Constanza explicando el cambio de planes y esperando que esto no generara ningún inconveniente. De todos modos, hubo otro grupo de chicos que sí llegaron dónde Constanza y pasaron un increíble día en su casa 🙂
Al llegar a la casa de Nicole y Andres nos recibieron con un vaso de cerveza, después de un viaje de 2 horas y media en pleno sol de verano ¡lo necesitabamos!. Y tejimos… ¡mucho! Pero no fue tan importante el tejer juntas, si no más bien ponernos al día y conversar de todas aquellas cosas que habían pasado en este tiempo o que planificabamos para este 2019.
Después de eso los chicos nos hicieron un asado que acompañamos de una rica ensalada, salmón con palta, limón, y todas esas cosas ñamis que refrescan los calurosos días de verano.
El escenario era distinto, pero las amigas éramos las de siempre. Y fue genial poder disfrutar ese nuevo lugar, que Nicole nos recibiera en su refugio, y que también nos dejara invitadas a volver nuevamente y poder disfrutarlo con el resto de nuestras familias.
No tomo a la ligera la oportunidad de salir de Santiago, en la mitad de la semana, en pleno verano. Es un lujo y una oportunidad que agradezco haber vivido y disfrutado en compañía de mi círculo más cercano de amigas. Muchas de las invitadas originales al evento no pudieron ir, por tener otros compromisos, reuniones, no tener con quién dejar a sus hijos, responsabilidades, etc. Por lo que puedo decir que soy una afortunada.
Así es que no quiero ni explicar todo lo que nos costó irnos. Tomar la decisión de dejar nuestros tejidos, dejar el lago, dejar a Nicole y partir… hahahaha Estuvimos como 1 hora tratando de irnos y continuábamos conversando sin parar.
“¡Me quedan 3 disminuciones y termino!” decía a Coni que estaba terminando su sweater de vueltas cortas y que quiere llevar listo para sus vacaciones en el sur.
“¡Que choro ese material!” – “es lycra spandex” nos decía Nicole y su nuevo proyecto a crochet de top.
“¡Que lindo se ve por detrás!” conversabamos con Eliana mirando las hebras de atrás y las lindas figuras que se generaban mientras tejía el modelo Sipila.
Todas teníamos algo en los palillos, algo de lo que queríamos compartir y conversar. Nos extrañabamos ❤️
Yo por mi lado llevé 2 tejidos: uno más fácil que podía avanzar sin prestar mucha atención y así concentrarme en la conversación; y el Speckle and Pop de WestKnits donde tenía que ir marcando y contando mis avances en cada corrida. Hubo momento y tiempo para todo. Éste último en particular, pareciera haberse detenido tejiendo al lado del lago.
Últimamente me han dolido las manos al tejer por lo que debo empezar a tomar más descansos. Para descansar, me dediqué a esconder hebras… una tarea particularmente desagradable al final de tejer cualquier proyecto que incluye mucho cambio de color, así es que avance con eso.
Sé que la Marina del futuro me lo agradecerá.
Es curioso como el tejido es una actividad tan personal, individual, pero capaz de ser practicada y compartida con otros. Y gozada.
¡A disfrutar de las tardes de verano con amigos y tejido! ¡Salud por eso! 🥂
– Marina
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