Para quienes no me conocen, cuando se trata de mi y de compartir, a veces no tengo filtros 😅
Lo lindo es lindo, lo feo es feo y a pesar de que a veces comparto más de lo “políticamente correcto“, me gusta mostrar mi dimensión humana con sus fortalezas y debilidades.
Pues bien: ayer me costó un poco levantarme (primer día de clases de mi hija), pero aún así lo hice de manera positiva.
¡VAMOS QUE SE PUEDE! 💪
En el transcurso del día comencé a sentirme mal físicamente, además de tener algunas alertas-problemas laborales y malas noticias de los exámenes de sangre que me acababa de hacer, por lo cual mi positivismo terminó lléndose muy lejos. Lo lamento por quienes estuvieron cerca mío en esas horas que se aguantaron mi rabieta y cara de poto hasta tarde en la noche 😔
Pero antes de dormir tomé mi tejido y le di algunas corridas. Mente en blanco, mirando los puntos y ese movimiento tan hipnotizante del palillo, cuando lo dejé de lado ya me sentía mejor.
Pensé: “No debo ser la única que escapa a su tejido cuando se siente angustiada”
Y me di cuenta que era el momento perfecto para compartir con ustedes hoy miércoles este post que guardo desde hace algunas semanas. Invité a Catalina Paz, Psicóloga y Terapeuta Holística, a escribir acerca de la Lanaterapia.
Pero ojo, no es el típico post de la Lanaterapia y “uuuuyyyy que bien te hace” y esa dimensión que todos leemos.
No. Esta es una visión distinta.
Desde mis palabras no sé como explicarlo pero me hizo tanto sentido que me entretuve mucho al leerlo y lo primero que hice fue decirle a Catalina: “¡AMÉ LO QUE ESCRIBISTE!” y tenía que compartirlo con ustedes tarde o temprano.
Así es que aquí los dejo con esta nueva dimensión de la Lanaterapia, del puño y letra de Catalina, creadora y fundadora de Divina Mujer.